TB

Entrevista al Doctor Antonio Marrero Figueroa, Jefe del Programa Nacional de Control de la Tuberculosis, que lleva a cabo el Ministerio de Salud Pública a propósito del Día Mundial de Lucha contra la TB.

La Tuberculosis (TB) es una enfermedad casi tan antigua como el propio ser humano y ha cobrado la vida a millones de personas a escala global. Es -después del sida- la segunda causa de muerte en el mundo producida por un agente infeccioso.

Datos del centro de prensa de la Organización Mundial de la Salud revelan que la enfermedad es también una de las cinco causas principales de mortalidad en las mujeres entre los 15 y los 44 años y la causa principal de muerte de las personas infectadas por el VIH.
Poner fin a la epidemia mundial de tuberculosis figura entre los objetivos de la Organización Mundial de la Salud para después del 2015. Por eso cada 24 de marzo (fecha en que Robert Koch anuncia al mundo el descubrimiento de la bacteria responsable de la tuberculosis, la Mycobacterium tuberculosis) se celebra -desde el año 1982- el Día Mundial de Lucha contra la TB.

Cuba: baja prevalencia de Tuberculosis
Nuestro país sobresale en América por la baja incidencia de TB. Constituye un logro del sistema nacional de salud estar entre los cuatro mejores países del continente, en la vanguardia junto a Uruguay, Costa Rica y Estados Unidos.

“Tal es así que la mortalidad por TB no constituye un problema de salud relevante en Cuba, ya que en la última década la tasa de mortalidad se ha mantenido por debajo de 1 por cada 100 mil habitantes, no obstante las afectaciones en los últimos dos años con la mortalidad asociada al VIH.” Así refirió el doctor Antonio Marrero Figueroa, Especialista de II Grado en Higiene y Epidemiología y jefe del Programa Nacional de Control de la Tuberculosis liderado por el Ministerio de Salud Pública.

-Doctor, ¿pudiera comentar sobre los propósitos del Programa Nacional de Control de la Tuberculosis (PCNT) y sobre cómo en el transcurso de su puesta en práctica Cuba ha logrado mantener indicadores tan bajos de TB?
“El PNCT, iniciado en 1962, se ha caracterizado por una sistemática evolución y transformación centrada en la atención al paciente y en reducir la carga de morbilidad y mortalidad. El programa ha transitado por siete etapas, que van desde una inicial de tratamiento dispensarial con ingreso sanatorial y pasan por la implantación del tratamiento ambulatorio controlado en 1971 -Cuba fue pionera en la aplicación de la Estrategia DOTS-TAES en el año 1971- y por la adopción en 1982 del esquema acortado de 9 meses con el uso de la rifampicina en la primera fase. En 1987 pasamos a la incorporación de la rifampicina en ambas fases y la reducción a 7 meses, en 1997 a la evaluación e introducción de las acciones específicas que permitieron detener y revertir el incremento de la incidencia en el periodo de 1992 a 1994.

“En el año 2009 comienza una sexta etapa, caracterizada por la puesta en marcha del proyecto del fondo Mundial  “Fortalecimiento del programa nacional de control de la tuberculosis” con acciones dirigidas a fortalecer la red diagnóstica, a la capacitación del personal de salud, a la localización de casos en grupos de riesgo y en elevar la percepción de riesgo en la población”.

Sobre el funcionamiento de dicho programa en la actualidad, el doctor Antonio Marrero Figueroa apuntó que la séptima etapa está determinada por una situación epidemiológica de 6,6 casos de tuberculosis por 100 000 mil habitantes al cierre del 2014, con una mortalidad inferior a 1 por 100 000 habitantes en los últimos diez años, donde se destaca el cumplimiento de las metas de la OMS para el año 2015 en el control de la TB.  

“Es oportuno señalar que en el Instituto de Medicina Tropical “Pedro Kourí” contamos con un laboratorio de referencia nacional para el diagnóstico y manejo de la tuberculosis resistente y es objetivo de nuestro programa descentralizar el diagnóstico de forma paulatina al centro y oriente del país”.

Asimismo recalcó que el componente social es muy importante para disminuir la transmisión de la enfermedad y que las personas deben adquirir una cultura respiratoria saludable y acudir al médico de su área ante cualquier síntoma de tos persistente. “El diagnóstico de la enfermedad se hace a través de toda la red de policlínicos y centros provinciales de salud”.

Tuberculosis post 2015
La Organización Mundial de la Salud instó a asumir el liderazgo en asuntos de importancia decisiva con relación a la tuberculosis. Elaborar políticas, estrategias y patrones con bases científicas para la prevención, atención y control de la enfermedad y seguir de cerca su aplicación son algunas de las acciones que los países del orbe deben seguir para lograr la eliminación total de la epidemia.

Al respecto el jefe del Programa Nacional de Control de la Tuberculosis doctor Antonio Marrero Figueroa enfatizó en las metas propuestas por la OMS para reducir la enfermedad en un 75 % (en comparación con el año 2015) y disminuir la tasa de incidencia en un 50 % (menos de 55 casos por 100 000 habitantes). Asimismo, dijo que el organismo rector tiene como objetivo acabar con la epidemia mundial basado en los pilares de la atención y prevención integrada y centrada en el paciente, que descansa en el diagnóstico precoz, el tratamiento, la coninfección TB/VIH y otras afecciones comórbidas, así como el tratamiento preventivo de la infección latente.

“Todos pretendemos un mundo sin esta enfermedad. Hoy es un reto, aún para los países de baja incidencia, como es el caso de Cuba.  Pero quienes trabajamos por eliminar la epidemia  sabemos que puede ser razonable el reto de vivir en un mundo sin tuberculosis”, finalizó.

Entrevistador: Lic. Johanna Pérez Martínez. Dpto. de Servicios Especiales de Información. CNICM-Infomed

MAS INFORMACIÓN

El tema para la celebración de este año es «Detectar, tratar y curar: la clave para lograr el fin de la tuberculosis» y reafirma que es el momento para cambiar de marcha y redoblar los esfuerzos para poner fin a la tuberculosis de forma definitiva.

Entonces debemos cambiar de marcha para acabar con la tuberculosis.

Con motivo del Día Mundial de la Tuberculosis, el 24 de marzo, la Organización Mundial de la Salud pide nuevos compromisos y acciones en la lucha mundial contra esta enfermedad, que constituye una de las principales causas infecciosas de muerte en el mundo.

Ha habido enormes avances en los últimos años, y el mundo está en camino de alcanzar el Objetivo de Desarrollo del Milenio consistente en comenzar a reducir la propagación de la tuberculosis para el 2015. Pero eso no basta. En 2013, 9 millones de personas enfermaron de tuberculosis y 1,5 millones murieron por esta causa.

Está claro que todos hemos de hacer algo más.

Estrategia para poner fin a la epidemia mundial de tuberculosis

En mayo del año pasado, la Asamblea Mundial de la Salud aprobó una ambiciosa estrategia que abarca un periodo de 20 años (2016-2035) para poner fin a la epidemia mundial de tuberculosis. Ahora es el momento de poner en marcha esa estrategia.

La estrategia de la OMS para poner fin a la tuberculosis aspira a un mundo sin tuberculosis en el que esta enfermedad no sea causa de mortalidad, morbilidad y sufrimiento. En la estrategia se fijan objetivos y se perfilan distintas medidas que habrán de adoptar los gobiernos y los asociados para prestar una atención centrada en el paciente, implantar políticas y sistemas que posibiliten la prestación de atención a la tuberculosis y su prevención, e impulsen la investigación y la innovación necesarias para acabar con la epidemia y eliminar esta enfermedad.

El Día Mundial de la Tuberculosis es una oportunidad para que los pacientes de tuberculosis, las comunidades afectadas, los gobiernos, las organizaciones de la sociedad civil, los profesionales sanitarios y los asociados internacionales puedan llegar, tratar y curar a todas las personas que están enfermas.

El 24 de marzo de 2015 es el día para cambiar de marcha y redoblar los esfuerzos para poner fin a la tuberculosis de forma definitiva.

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