Cuba Salud 23El mayor capital de un pueblo es su salud. El reto de lograr una cobertura universal de los servicios médicos es un desafío global

¿Qué estamos haciendo para cambiar esa realidad de asimetrías y desigualdades, de inequidades que tenemos en nuestros países? Fue esta una pregunta recurrente en la tercera jornada de la Convención Inter­na­cional Cuba-Salud 2015, dedicada esta vez al acceso y cobertura universal en salud como un derecho humano.

“Ello abarca dimensiones sociales, políticas y éticas”, recordó el doctor Alfredo González, viceministro de Salud de Cuba, quien moderó el panel; y subrayó que este concepto se convierte en principio de transición política en tanto muestra el papel insustituible del Estado para alcanzar estos propósitos.

La estrategia trazada desde la Orga­niza­ción Panamericana de la Salud con vistas a lograr esta meta, apuntó Isabella Danel, directora adjunta de este organismo, y aprobada por los ministros de salud de la región, reconoce que a pesar de los importantes logros alcanzados, existen grandes desafíos en las Américas, que sigue siendo uno de los continentes con mayores inequidades.

VOLUNTAD POLÍTICA GENERA SALUD

“El presidente Néstor Kichner, desde su sensibilidad, quería un país diferente, donde el Estado debía actuar como el gran reparador de las desigualdades sociales en un trabajo permanente de inclusión; y creara oportunidades a partir del fortalecimiento de las posibilidades de acceso a la salud, la educación y la vivienda; promoviendo el progreso social basado en el esfuerzo y el trabajo de cada uno de los ciudadanos”, expuso el doctor Eduardo Busto, viceministro de salud de la República Argentina al intervenir en la plenaria.

“Debemos construir desde la diversidad lo que creemos, todos somos actores y protagonistas”, dijo.

Refirió que su país apuesta por una salud de calidad, excelencia y total y absolutamente gratuita, y comentó la experiencia en torno a la salud ocular y prevención de la ceguera con la implementación de unidades sanitarias móviles como los laboratorios ópticos. “En esta área de servicios sanitarios debemos reconocer que la Operación Milagro ha sido un referente esencial para el desarrollo de la atención rápida a los pacientes con dificultades visuales”, señaló.

Igualmente subrayó los resultados en los servicios de prótesis, fundamentales para la incorporación de las personas incapacitadas al mercado laboral y la vida social, y la reivindicación de la autoestima y dignidad de estas.

Por su parte, Michael Moore, presidente entrante de la Federación Mundial de Asociaciones de la Salud Pública, dijo “acoger con beneplácito —en momentos en que se habla de alianzas en América Latina y el Caribe— el proyecto de una salud accesible, gratuita y universal”; y añadió que “el contexto de la salud pública no tiene fronteras y son muchos los desafíos que entraña para su organización, sobre todo en el cambio de la visión dominante de que la atención médica mundial crea resultados pobres y no reporta ganancias a corto plazo”.

El director nacional de asistencia médica de Mozambique, doctor Hilario Hussene, agradeció en nombre de su país al gobierno y pueblo cubanos la invitación a la convención y la oportunidad de expresar y compartir sus experiencias sobre el cuadro de salud de la población y el sistema sanitario.

Señaló que el VIH, la malaria, la tuberculosis, y el nuevo fenómeno de la transición demográfica —a partir del cual crece el número de las personas de la tercera edad— es una situación preocupante. “Las enfermedades infecciosas como la malaria (sobre todo en el contexto rural) y el Sida (gran impacto en la reducción de la esperanza de vida) son las principales causas de muerte en esa nación”.

Para Hussene, la Resolución Mundial de Salud del 2009 contribuyó a que en la agenda política se preste mayor atención al tema; sin embargo aún se requiere liderazgo de las administraciones, dictar leyes, desarrollar po­líticas que favorezcan la accesibilidad a los servicios y aumentar el financiamiento y los recursos para mejorar la infraestructura sanitaria.

Se refirió además, a la formación de recursos humanos como una de las estrategias que ha impulsado Mozambique y en ese sentido resaltó la colaboración de los cerca de 200 médicos cubanos que han prestado servicios en su país, en más de 40 años de cooperación. “Seguiremos necesitando el apoyo de Cuba. Pensamos que el capital humano es clave para el acceso a la salud”.

La doctora Chen Ningshan, directora general del departamento de salud legal y regulaciones de la República Popular China, comentó que desde el año 2009, en su país, se lanzó la reforma de salud y se priorizó la atención primaria. “Ha habido muchos progresos bajo el principio de la salud para todos, pues con esta premisa por ejemplo, el gobierno ha invertido 94 millones de yuanes en instituciones médicas para activar el servicio de salud pública”.

“Nuestro gobierno considera que la salud es un derecho con igualdad y equidad, sin distinción por raza, sexo o ingresos económicos. La salud es una preocupación y prioridad de gobierno”, dijo.

Asimismo, señaló que el desafío de lograr una cobertura universal de los servicios médicos es un desafío global, por tanto la reforma debe trascender su nivel nacional. Se requiere la cooperación estratégica con organismos mundiales y el intercambio de los unos con los otros, concluyó.

El doctor Alin Lulian, Secretario de Estado del Ministerio de Salud de Rumanía, señaló que el programa de reformas en este decenio ha estado encaminado a incrementar los niveles de vida, el desarrollo humano en educación y salud en su país.

Apuntó que la atención temprana y el incremento de la eficiencia contribuyen a mejorar la resolutividad de los servicios y disminuir los costos en el sector social y que es necesaria la descentralización médica.

Heider Pinto, viceministro de Salud de Brasil, destacó la conquista que ha representado para el gigante sudamericano lograr un sistema único de salud y reconoció el importante papel que han desempeñado los profesionales cubanos en el Programa Mais Médicos.

La ministra de Salud de Haití, la doctora Florence Duperval Guillaume, conversó con la prensa sobre los resultados positivos en materia de mejoría de los indicadores de salud de su pueblo”, fruto de la cooperación médica con Cuba, la cual se remonta a más de diez años.

Dijo que el gobierno de la Mayor de las An­tillas ha formado más de 800 médicos haitianos en medicina general integral, muchos de los cuales se han integrado al sistema de salud haitiano.

Resaltó los aportes de la Isla en el control de la epidemia de cólera en Haití, a partir de un equipo conjunto para la vigilancia epidemiológica, encaminado a ofrecer una respuesta rápida.

Si en el año 2005 la mortalidad materna era de 630 por cada 100 000 nacidos vivos, para el 2014 esta se redujo a 154 por cada 100 000 nacidos vivos, expuso Duperval, gracias en gran medida a la presencia de los médicos cubanos.

LA INTERSECTORIALIDAD ES EL SUSTENTO

“La intersectorialidad es un fundamento muy importante para la salud pública en todos los países de Latinoamérica”, señaló a Gran­ma James Fitzgerald, director del departamento de sistemas y servicios de salud de la OPS.

“El pasado año todos los ministros de salud adoptaron una resolución muy importante sobre el acceso y la cobertura universal a los servicios sanitarios, basada en cuatro líneas  estratégicas. Una de ellas es justamente la de lograr esos niveles de intersectorialidad con enfoques sociales en la salud pública en todos los países”, dijo.

Para el experto, ello significa que no solo corresponde al sector de salud desarrollar la capacidad de responder ante las enfermedades, sino que los gobiernos junto con el resto de los actores tienen que enfocarse en el bie­nestar de la población e impulsar iniciativas para responder a estos problemas.

“Es imprescindible llevar esta experiencia a todos los países y creo que la visión de Latinoamérica es certera sobre este tema. La salud debe llegar mucho más allá, la atención y el diagnóstico implican aspectos de prevención y promoción. Lo que hemos visto en Cuba es un ejemplo muy claro de lo que se quiere en cuestión de bienestar y salud”.

Sobre la intersectorialidad como sustento de la salud pública, el doctor Pastor Cas­tell–Florit Serrate, director de la Escuela Na­cional de Salud Pública de Cuba, dijo a este rotativo que “es una herramienta en la dirección de la salud pública. Cobertura de salud no es solo que las personas tengan acceso a medicamentos y servicios de calidad, también es resolver los problemas que tienen que ver con los determinantes sociales; responsabilidad que deben asumir también otros sectores”.

“Si se tiene una consulta médica, pero no hay quien recoja la basura y no se garantiza la calidad del agua, no podemos hablar completamente de cobertura universal; porque los problemas de salud de las personas en un 70 % son resultado de los estilos de vida y el medio ambiente”, expresó.

CUBA SORPRENDE

La directora de Relaciones Interna­cio­na­les del Ministerio de Salud Pública de Fran­cia, Amélie Schmitt, señaló a la prensa el in­terés de su país por desarrollar la cooperación con Cuba en el ámbito de la salud. “Vi­nimos a esta convención con algunas ideas y la buena sorpresa es que ahora tenemos muchas más”.

“Estamos muy satisfechos con la calidad de las intervenciones y las personas que hemos encontrado. Nos parece que tenemos muchas áreas posibles de cooperación, por ejemplo en el ámbito de seguridad sanitaria, enfermedades crónicas, envejecimiento po­blacional —que es un problema conjunto de todos los países—, así como en organización de redes y servicios de salud. Siento que am­bos países tenemos mucho que aprender uno del otro, y amplias posibilidades de colaboración en el futuro”.

Destacó que la medicina familiar y la atención primaria de salud y su vínculo con el resto de los niveles de atención es uno de los campos en que “podemos aprender de Cuba”.

“Es este uno de los aspectos que los países desarrollados tenemos que fortalecer, ya que permite que el sistema no se fragmente y brinde una verdadera integración entre todos los servicios.

Asimismo, mencionó la posibilidad de concretar y fortalecer la presencia de jóvenes franceses que puedan estudiar en Cuba.